incertidumbre

nunca me encontre
tan lejos
de donde quiero estar

como ahora 
que no sé
dónde me espero
ni por qué 
me siento tan lejos

si no sé 
lejos de dónde

si yo pudiera, me llevaría la tristeza de tu cabeza

la ley de Murphy

las personas que quieres que entre en tu vida, cuando lo hacen, pasará más rápido, pasará más lento, las verás más, las verás menos, pero vendrán a tí cuando quieran, sin tú esperarlo ni planearlo.

la gente que no eliges, pueden ser de dos tipos, las que te alegran con su llegada, o las que no quieres que estén ahí, y por la ley de Murphy, estarán más que nadie, jodiendo la marrana.

con tanto y con tan poco


tan cerca y tan lejos

y ahora si que ando perdida.



siempre parece el fin del mundo
y todo cambiará
-a mejor espera-

cuando la oscuridad
y la soledad
me han llenado por completo

reinventarme
es lo que quiero

y me sigo preguntando dónde me perdí
cuál fue el momento exacto
la esquina que doblé

que me hizo perder el norte
y dejar de tener un horizonte fijo

como en un desierto

En mi precipio afónico, donde siempre desafino.

y de cómo rabia el corazón ante las injusticias,
ante las desigualdades,
ante las soledades,
ante las indiferencias, 
los egoismos globalizados

lo que pican las heridas, 
que no te dejan rascarte.
y las anestesias se convierten
en adicciones