Pregúntale al polvo,a todas sus partículas, si las nubes son buenas compañeras si se divirtieron con los vientos frescos que los llevaron hasta ellas, formando olas y volteretas invisibles e imposibles, dandole colores y esponjosas formas al atardecer urbano Pregúntale, si llegaron a sonreir tan fuerte, que quisieron no volver a bajar
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