No tengo nada que ofrecerte, no tengo nada más que el aire de la calle y estos pulmones, que te respiran.
No soy débil porque soy mujer, soy débil porque soy humano.
Lo malo está en el aire, y si no respiras te mueres.
Y es que perdí, la pista del eje del salón, estoy continuamente torcido.

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