el silencio abrumador de mi habitación
no aguanta más estar callado
y de pronto
le chilla a tus sueños
que vengas a partirle en dos
y le invadas con tu respiración,
que cree un viento cálido y mueva mi pelo
que las olas de la piel se muevan como la marea
y jugando a dormir, queden en calma
si tus caricias
calman mis insomnios
despertaré con sal en la frente
entre los dedos, y en los hombros
en los recovecos de mi cuerpo
con sal, de tu océano
(mine)
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